SEGUNDO EXODO.
Hoy, igual que en Egipto, Dios anuncia la pronta partida de su pueblo en el arrebatamiento hacia nuestra tierra prometida. Y sigue enviando duras señales al pueblo mundano para que se arrepienta y parece que el pueblo todo lo resiste y persiste en el pecado contra Dios.
Por lo tanto Dios separa a los que tienen la sangre del Cordero a que escuchen y coman de su cuerpo, y conozcan el plan final y se vayan como cuando Moisés, a sus casas, previo a la gran catastrofe que está por ocurrir y que esta vez acabará no solo con los primogénitos de los de dura cervíz, sino con muchos que con hechicerías en las pomposas congregaciones siguen sometiendo a los creyentes para que no dejen sus costosos templos de apostasía donde creyéndose libres los han hecho esclavos y los han sometido a adorar piezas de oro, a declarar horrores por monedas, despreciando EL VERDADERO AMOR y el humilde barro del Alfarero Divino.
Sepa usted, y denos la oportunidad de probarlo ” Biblia en mano” de que El arrebatamiento de la iglesia se considera “Un Segundo Exodo”. Y no es el final.